Anteriormente… El vestido de Elena I
El segundo vestido fue un regalo que le hizo Helena para que después del baile pudiera estar mas cómoda y disfrutar la fiesta sin preocuparse de que le pisaran el vestido y poder estar más relajada.
Se lo puso después del baile, sobre sobre las 3 de la mañana y agradeció que fuera de manga corta y que no tuviera cola. Quería un vestido muy distinto al primero. Que fuera más un vestido de fiesta muy chic que pudiera encajar en una novia actual y que me lo pudiera poner en otra ocasión. Un tul de seda con incrustaciones de flores, a lo que Helena llamaba «tatuajes», que abrazaba una cinta color verde botella.
«Quise hacer una sesión postboda por dos motivos. Por un lado, porque no tenía fotos del segundo vestido, porque me lo puse después del baile y Silvia se acababa de ir y me apetecía tener un recuerdo. Por otro, me apetecía volver a ponerme el otro vestido ya que cuando me lo quité, lo era consciente que lo hacía para siempre. Por eso me encantó la postboda, con calma, sin agobios de fotos y de saludar a la gente, simplemente disfrutándolos».
Los zapatos se los regaló su hermana. No tenia en mente ninguno en concreto, pero sabia que quería una sandalia y que le sirviera para otras ocasiones. Cuando vio las sandalias de Miu Miu, con un toque roquero muy chic, se enamoró al instante.
Elena eligió a Silvia para hacerle las fotos porque le encantaba su estilo de fotografía, que huye de posturas forzadas y busca la espontaneidad. Notaba que amaba su trabajo a través de sus fotografías, en las que congela instantes maravillosos que sólo ella es capaz de captar.
¿Y a ti? ¿Qué vestido de los dos te ha gustado más? ¿Te ha parecido buena idea hacer una sesión postboda?
Vestido: Helena Mareque / Zapatos: Miu Miu / Fotos: Silvia Sánchez