Magda y Sergio querían una boda llena de detalles que hablaran de ellos, de sus gustos y sus variopintas aficiones.
Tanto la ceremonia como la celebración y la fiesta, las celebraron en un monasterio de mediados del siglo XIV con un magnífico aire decadente y romántico, un 22 de Octubre. Un bello monumento lleno de historia que fue el gran protagonista a la hora de diseñar y pensar la boda por su marcada personalidad y su carácter histórico, el Monasterio de Sant Jeroni de Colaba, situado en Valencia.
La ceremonia civil se situó en una gran terraza del edificio principal del monasterio con vistas a un romántico jardín por un lado y un impresionante muro de piedra al otro.
El hilo conductor de la decoración fueron las flores y el crochet, presente en los atados de las sillas y en un gran arco que marcaba la entrada a la zona de la ceremonia. Las flores marcaron el pasillo central de verde hasta el altar, presidido por un espectacular arco decorado por La Tartana.
La novia llegó a la ceremonia con un Mercedes descapotable de 1970.
Los novios querían un cóctel muy largo para otorgarle más importancia que a la comida en las mesas, para poder disfrutar de todos sus invitados y charlar con todos y cada uno de ellos.
Se encargó el catering del restaurante L’Escaleta y se celebró en el jardín y se llenó de puestecitos de comida como si de un mercado de plaza de pueblo se tratara, con un puesto de quesos, uno de jamón, uno foie y otro de encurtidos y salados y una foodtruck que sirvió las bebidas que ofrecía el aire indie que buscaban: mucha mezcla, varios estilos, muy ecléctico.
La música, gran afición de Magda y Sergio, estuvo presente con, Chameleon Jazzgroup, una banda de swing en directo.
Fotos © Pablo Laguia
Mireia
22 julio, 2017Espectacular!